Factores como el estrés, el malestar, el miedo o la presión por rendir promueven los trastornos de ansiedad. ¿Existe un mayor riesgo al trabajar en una empresa familiar? Miller, Wiklund y Yu (2019) han analizado esta cuestión y han examinado los factores determinantes. Existe una tendencia a decir que los miembros de las empresas familiares tienen un mayor riesgo de padecer una enfermedad mental, independientemente de que se encuentren en puestos directivos o sean simplemente empleados corrientes. Las razones de esto son, por ejemplo:
• Identificación con la empresa (exigencia hacia uno mismo)
• Presión de la familia (exigencia desde la familia)
• Separación poco clara entre familia y trabajo
¡Una enfermedad mental no significa automáticamente que una persona no pueda trabajar o ni siquiera socializar! ¿La empresa familiar está automáticamente condenada al fracaso si un miembro de la familia enferma mentalmente? No necesariamente, porque la evolución de la persona enferma y la compañía depende de cómo la familia maneje la situación. Idealmente, debería haber un ambiente positivo dentro de la familia en el que se aborda la enfermedad, y se acuerda una solución común sobre cómo la persona enferma puede seguir estando activa en la empresa.
Por ejemplo, un miembro enfermo que ya no puede dar conferencias públicas debido a trastornos de ansiedad puede limitarse a áreas en las que no es necesaria una aparición pública. En el peor de los casos, puede existir una atmósfera negativa en la familia, lo que haría mucho más difícil abordar de manera constructiva una enfermedad mental. Esto puede significar que un directivo con una enfermedad mental no esté de acuerdo con ceder su puesto o que la familia ya no acepte al enfermo a causa de su enfermedad y lo excluya de la empresa. Esto puede resultar en daños de gran alcance, tanto para la empresa como para la persona enferma. Por lo tanto, depende de cómo se trate a la familia, cuánto esté dañada la empresa familiar y cuan bien se recupere la persona enferma.
Porcentaje de la población que declara que ha tenido depresión crónica, 2014